El tratamiento de la infertilidad humana sufrió una revolución gracias la fecundación in vitro. Vio la luz gracias al experimento que Robert Edwars realizó en colaboración con Patrick Steptoe, ya fallecido, en 1968. Décadas después, se le ha concedido el Premio Nobel de Medicina considerando que sus contribuciones "representan un hito en el desarrollo de la medicina moderna". Y es que actualmente, más de cuatro millones de niños y niñas han nacido gracias a Edwards.
El primer "niño-probeta" nació el 25 de julio de 1978, y desde entonces millones de parejas han podido tener descendencia pese a tener problemas de infertilidad. Años después del primer experimento, se define este tratamiento de la infertilidad humana como un "hito en el desarrollo de la medicina moderna". Hoy en día este método está generalizado, y supone una vía segura para superar un problema que afecta aproximadamente al 10% de las parejas.
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