Son muchos los peligros a los que se enfrentan unos trabajadores que ya son considerados héroes por la sociedad japonesa. De ahora en adelante formarán parte de los estudios con que los científicos tratan de precisar cómo incide en la salud la exposición a dosis bajas de radiactividad: al menos 21 operarios pertenecientes al retén que permanece en Fukushima para intentar controlar los reactores de la planta ya sufren una aceleración en el ritmo de alteración del ADN por efecto de la radiación. Así lo informó ayer el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), que detalló por primera vez el número de trabajadores de Fukushima que ya han recibido una dosis superior a los 100 milisieverts (mSv), el umbral a partir del cual se considera que la radiactividad afecta la salud, informa Ferran Balsells
Estas 21 personas han aumentado la probabilidad de padecer cáncer a largo plazo entre el 1 y el 5%, según los expertos. "Ahora mismo, en su sangre ya puede detectarse el incremento de modificación del ADN.
Fuente:
EL PAIS
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